El académico estudia la imagen auto construida del maestro desde un estudio de discurso. Concluye con éxito que el nivel de enajenación del maestro es tal, que no sólo se identifica a sí mismo con su trabajo, sino que además el peso de sus significantes yacen en la enseñanza y no el aprendizaje, y que la experiencia laboral es más relevante que cualquier teoría totalizante que la explique.
A continuación compara, con un único afán fenomenológico, descriptivo –explicativo desde el hecho educativo, y concluye que los maestros cuya preocupación se centra en la preparación de lo formal tienen resultados peores que aquellos cuya valoración recae más en el alumno y su proceso de aprendizaje.
¿Cómo mide el éxito? Desde resultados estandarizados, es decir desde los resultados SIMCE y PSU.
Si usted cree que las cosas no son como se pintan y sospecha que las conexiones de los hechos a menudo yacen invisibles no está lejos de perderse para siempre en una maraña de astutos laberintos sin dirección aparente. Excepto claro que pueda adoptar una cierta perspectiva desde el cinismo.
Y es que acaso ¿no es el cinismo una fenomenología del descrédito? Adlimes, ¿no lo es toda clase de fenomenología?
La maraña de intereses ya superó lo ideológico, fenomenológicamente hablando claro.
A continuación compara, con un único afán fenomenológico, descriptivo –explicativo desde el hecho educativo, y concluye que los maestros cuya preocupación se centra en la preparación de lo formal tienen resultados peores que aquellos cuya valoración recae más en el alumno y su proceso de aprendizaje.
¿Cómo mide el éxito? Desde resultados estandarizados, es decir desde los resultados SIMCE y PSU.
Si usted cree que las cosas no son como se pintan y sospecha que las conexiones de los hechos a menudo yacen invisibles no está lejos de perderse para siempre en una maraña de astutos laberintos sin dirección aparente. Excepto claro que pueda adoptar una cierta perspectiva desde el cinismo.
Y es que acaso ¿no es el cinismo una fenomenología del descrédito? Adlimes, ¿no lo es toda clase de fenomenología?
La maraña de intereses ya superó lo ideológico, fenomenológicamente hablando claro.
0 comentarios:
Publicar un comentario