termina el año y se llena de espectativas el próximo

Es probable que la coyuntura electoral opaque en algo al movimiento estudiantil que jugará con el acelerador puesto a fondo en el primer semestre. Es probable que las contradicciones en su ionterior se muestren más abiertamente, insiders y outsiders tendrán que mostrar muñeca política para evitar quiebres y seguir marchando juntos tras la propuesta más universal posible: educación pública, gratis y de calidad. Es bastante probable que el nivel de las movilizaciones decaiga, y es también probable que como ellos mismos lo han declarado, 2012 sea un año de mayores proposiciones y alianzas más políticas. Es probable por último, que las simpatías de la gente continúen dándoles respaldo más allá de las imperfecciones del devenir diario.

Pero lo que es un hecho es que mientras el movimiento estudiantil siga "en movimiento" mantendrá su capacidad de disputar políticamente con el stablishment incluso en un año electoral. Lo que parece un hecho, es que seguirá existiendo un piño irregular e irreductible al interior del movimiento que habiendo aprendido de las traiciones del 2006, no estará en la firma de ningún compromiso ni se prestará para negociar nada a ningún precio. Mientras ese núcleo duro se sostenga, las transacciones al interior del movimiento y desde fuera (partidos políticos y operadores intentando desarmar el movimiento o al menos de acallarlo) tendrán un precio muy alto y ese es su gran valor.

Para la dirigencia se espera un año de alta complejidad. Ya se observan ciertas fisuras y distanciamientos entre la dirigencia social y la dirección partidista (Vallejos y declaraciones incómodas para el PC) y se vislumbran las pesadas tareas de la conformación de referentes políticos (ex UC y ex fech)

Por ahora nada hace presagiar que las demandas más sentidas estén ni siquiera cerca. Los sectore más ideologizados del gobierno y oposición ven con cierto optimismo que lo peor de la primavera pinguina ya pasó y la imposición del nuevo ministro Beyer podría salvar la situación en un año tan delicado por la anticipación de la presidencial en las elecciones municipales.

Nadie quiere perder en lo que será un año difícil.