martes, 3 de noviembre de 2015 | |

...por eso es que hay que pensar desde los principios...

Queridos hijos,

Hoy se cumplen treinta y tres días de un paro largo e incómodo del Registro Civil a nivel nacional. Ciudadanos y ciudadanas, extranjeros de paso, muertos y muertas, niños y niñas recién nacidas son quienes sufren las consecuencias más duras del paro. Nada puede ser más aterrador en mi imaginación que morir y no poder morir, morir, y no poder ser inscrito como un muerto en el Servicio de Registro Civil. Desde luego tan doloroso como aquello debe ser no poder contraer matrimonio con quien amas, habiendo como habrá el amor, contraído con tiempo esa obligación que la sociedad civil llama "contrato".

La gente común y corriente, la gente de la calle, el público de a pie, el ciudadano común y corriente, ya expresa su indignación con la dirigenta nacional del gremio en paro, la señora Nelly Díaz. Nadie a mi alrededor tiene la más mínima simpatía por el movimiento sindical.

Aquí es hijos, cuando la conciencia cobra su precio. Es en estos momentos cuando pensar desde los principios se convierte en una emergencia. Porque es siempre más fácil correr y refugiarse en la voz anónima de la "opinión pública" y condenar lo que a simple vista parece repudiable que actuar como un hombre.

Los trabajadores, hijos, tienen escasos derechos en esta patria, muchos de los cuales no son más que prácticas que de facto se han arrancado a la legislación patronal hecha a mano por los grandes empresarios que ahora sabemos a ciencia cierta, no creen en lo que predican. Entre esos derechos, los trabajadores han ganado su derecho a huelga y los trabajadores del Registro Civil, no hacen sino ejercer un derecho universalmente reconocido.

El gobierno por su parte, actúa vergonzosamente como lo haría cualquier empleador corporativo. Intenta matar la huelga y el movimiento de los trabajadores resistiendo el tiempo, esperando que mueran de hambre. Mientras eso ocurre, no ha escatimado en usar la propaganda televisiva contra los trabajadores, inundando la conciencia del hombre de a pie con la monserga clásica del buen empleador: "esto va en contra de la gente"; "ellos ganan más que el trabajador promedio del sector público".

Vergonzosa actuación la de la Presidente y sus Ministros. Patronal coro.

Por eso es que hay que pensar desde los principios, porque ellos son los que dictan la conducta del buen hombre. Todos los trabajadores tienen derecho a negociar colectivamente y tienen derecho a la huelga, esté o no reconocido en la legislación laboral nacional. Pensar de otra forma como trabajador asalariado, sería borrar de un golpe la larga historia de lucha que hizo posible en Chile tener una Ley Laboral que impidiera la explotación de niños, de mujeres y de hombres, tal y como registran las páginas de los libros de historia que el gobierno de una presidenta socialista desea ignorar públicamente. 

Por eso es que hay que pensar desde los principios queridos hijos, para seguir siendo hombres. No me interesa si el sindicato de los trabajadores tiene uno u otro signo político o si su dirigenta Nelly Díaz es de izquierda o de derechas, me interesa que un sindicato de trabajadores, compañeros asalariados como tu padre, votaron una huelga y la mantienen para recuperar legítimamente su salario.

Por eso es que hay que pensar desde los principios hijos, para saber que no es el sindicato de trabajadores quien no deja morir a los muertos ni nacer a los nacidos ni casarse a los enamorados, sino un gobierno patronal dirigido por una presidenta socialista,

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