Acostumbrados como estamos a ver las coronas de flores y las filas de viudas llorando. Acostumbrados como estamos a los largos discursos donde juramos a coro que no olvidaremos ni un solo minuto. Acostumbrados como estamos a despedir a nuestros muertos.
Así es como la costumbre se va vistiendo de un añejo olor a muerte y a cierto grado de cinismo que al final del día, es tan humano como divino. Así es como terminan siepre los funerales, en medio de un vaso de vino y queso, o de una sopaipilla, y un recuerdo cariñoso. Y así termina para dar vuelta la hoja de los muertos y seguir en la vida de los vivos.
Quien va a recordar a Pancho cuando ya no haya más columna en la Nación. No es una pregunta porque el convencimiento es absoluto. Nadie. Como nadie recuerda mas que en otro entierro a otros cuyos nombres ni yo recuerdo. Así se irá yendo Pancho. Así se fue yendo Y así quedó de enterrado su apellido en medio del seudónimo. Pancho Piedra.
Sería por su cara media pedregosa entre las cicatrices, y esa nariz como de boxeador pobre. O quizás era ese pelo ensortijado. No no era ensortijado, era un pelo que uno no sabía donde empezaba ni donde terminaba. O sería que le pusimos así por lo puntudo que era. En fin, asi se ha ido yendo hasta su seudónimo.
Y después se irá de su último partido. Nadie se va a acordar de tí. Porque así se muere cuando la muerte no resulta épica. Cuando es mortal, cuando no te deja ni siquiera esa sensación absurda que te recuerdan las viejas en el funeral: "y era tan joven ah?"
Después, ya no habrá nadie. Todos habremos partido en medio de una muerte así.Como de viejo; como abandonando las cosas con hastío; enfermos, viejos, qué más dá. La gente simplemente se muere.
Chao Pancho. Nos vemos. "Llamame negro, quiero conversar contigo, saludos a la Faka!" Fue lo último que te escuché decir justo a la salida del metro Universidad de Chile. Y ahí quedamos, como siempre.
Puta la ciudad de mierda fea que habitamos Pancho ah? Todo me recuerda a Pinochet. Bueno pero a tí esa huevá ya no te importa. Andarás como un fantasma mirando la cara a la gente viva. Si me ves me saludas Pancho, a lo mejor nos tomamos una chela con el Toño Román. Recuérdale que soy el negro, de la cato.
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