miércoles, 11 de enero de 2017 | |

El mundo ya no es tan plano

En 2006, Thomas Friedman escribió un libro llamado "El mundo es plano, Breve historia del Siglo XXI" Desde luego, la llamativa primera parte de su título se popularizó antes que su sub título y se vendió como pan caliente entre intelectuales, pseudo intelectuales y todos los demás. Para quienes tuvimos la oportunidad de leerlo, o al menos de hacer una lectura crítica del mismo, no era sino un libro más de esa literatura norteamericana que se encuentra a medio camino de la propaganda y la ficción.

Como cualquiera de los libros de su género, la clave se encontraba en un título sugerente, y un autor que como periodista, había viajado a los puntos neurálgicos de la globalización habiendo entrevistado allí a gerentes, dueños de grandes empresas multinacionales y visitado algunas cifras macro económicas.

Sus conclusiones estaban muy en línea con las grandes tendencias de un mundo en pleno auge globalizador, que había reemplazado las costosas y lentas negociaciones multilaterales por acuerdos bilaterales entre grandes economías industrializadas del primer mundo y pequeñas economías muy abiertas del tercer mundo. El mundo se estaba aplanando y las fronteras desaparecían para el comercio trayendo prosperidad a quienes seguían ese camino de la mano de grados de estabilidad macro económica, aperturas al comercio mundial a través de las rebajas arancelarias, reducciones de las barreras al ingreso de capital foráneo, flexibilidad de la fuerza laboral a través de la des regulación del mercado del trabajo y la participación en zonas grises del outsourcing sin prejuicio.

Tras diez años, el mundo ha cambiado en un dirección que no preveía Friedmann, y es probable que tampoco la élite conservadora contemporánea a su libro. En esencia, el mundo ha detenido el esfuerzo globalizador y ha comenzado a reconstruir redes más políticas que económicas, al viejo estilo de la era de la Guerra Fría. El sueño de la globalización se ralentizó después de agotados los esfuerzos bilaterales cuestión que coincide con el agotamiento del crecimiento económico en los últimos cinco años.

Así como Friedman encuentra motores de aplanamiento en la fleibilidad laboral, los acuerdos bilaterales y la apertura al capital foráneo entre otros, lo mismo puede decirse en el sentido contrario. Nuevas barreras naturales y no tan naturales, se oponen hoy a los esfuerzos globalizadores de antaño.

Algunos ejemplos que puedo identificar:
a. La Globalización se construyó sobre premisas comunicacionales y construcción de redes en internet, que vieron posibilidades dinámicas y casi infinitas de negocio en la extensión de uso de computadores y conectividad en el mundo entero. Sobre esos mismos nichos de negocio se pararon esfuerzos de la ciudadanía por hacerse global, a contramano incluso de los acuerdos bilaterales de sus naciones. Sobre esos mismos nichos de interconectividad emergieron movimientos anti globalizadores que ocuparon los mecanismos tecnológicos que la globalización permitió en tanto espacios globales de negocio y de intercomunicación y soporte de negocios globales en tiempo real para el mundo entero. Tan global como el comercio, los movimientos antiglobalizadores, que en un inicio se manifestaban outsiders, se reciclaron ocupando los medios, instalando desde adentro y haciendo globales sus demandas. Quizás si el movimiento contra el cambio climático sea hoy por hoy el más exitoso movimiento anti globalizador que conocemos, sin contar con el ataque constante de hackers a las empresas multinacionales del estilo Monsanto.

b. Aún para quienes son críticos de la Globalización, los números son irrefutables: tras veinte años de bonanza y de comercio global, la pobreza ha disminuido en el mundo. Como resultado de ese proceso ha emergido una clase media a la que los estados del tercer mundo dieron una mayor, aunque no siempre mejor, cobertura educacional. El resultado es bastante visible hoy: una clase socialmente empoderada e informada que no está dispuesta a perder oportunidades de compartir la riqueza que ella misma ayuda a producir, cuyo desencanto político es tan universal geográficamente hablando, como transversal políticamente hablando

c. La evidencia de que la promesa del libre comercio ha fallado y que los heridos del camino, que son justamente los más pobres entre los pobres, se acrecientan gracias a sus gobiernos corruptos y la sed imposible de satisfacer de las macro empresas que están dispuestas a todo por utilidades pingues, ya no se puede ocultar. La globalización, que prometía socializar las utilidades, no ha hecho sino privatizarlas, socializando desde hace al menos dos años, nada más que las pérdidas. La detención al menos parcial y no sabemos que tan profunda y prolongada en el tiempo, es también el resultado de esta enorme capa de pobres que se han ido progresivamente convirtiendo en pobres con voz. Y paradójicamente, es la voz que las mismas redes de Internet les ha dado.

d. La ralentización de la economía a nivel mundial ha sido probablemente el factor más decisivo en la detención del esfuerzo globalizador. Los países están volviendo a mirar el desarrollo hacia adentro como una alternativa. Aun cuando los acuerdos que ya se han firmado no tienen marcha atrás, ellos no resultaron ser la promesa de estabilidad en el comercio que prometían ser. Su inutilidad en tiempos de vacas flacas, es precisamente su talón de aquiles. Dicho en otros términos, los hermanos ricos abandonaron a los hermanos pobres tan pronto vino el golpe recesivo a nivel mundial, con o sin tratado de libre comercio.

e. La acción de ciertos países outsiders de la economía global ha tenido un efecto mucho más potente que el que en principio pudo preverse. África detuvo los últimos estertores del libre comercio en la OMC a principios de siglo. Su compromiso con países no alineados como Brasil y el apoyo Chino vinieron a cruzar caminos en la estrategia de la agenda de desprotección agrícola que se exigía a los países del primer mundo. Hoy, ese es un tema que para quienes tenían agendas pro globalización ya nis siquiera se toca en foros mundiales.

f. Finalmente la declarada guerra comercial chino-norteamericana termino por enfriar la economía y el plan globalizador. Sume a esta variable geo estratégica, el conflicto ruso norteamericano y tendrá un encantador retorno a la era de la Guerra Fría, cuyo potencial freno al proceso globalizador hoy vivimos como un hecho.

Finalmente dos palabras que provienen desde mi incredulidad absoluta y de mi cinismo más profundo. No hay que confundir un proceso de ralentización de un modelo de acumulación de capital a nivel global con su muerte, ni siquiera con un síntoma de crisis. La detención del modelo globalizador está a la espera de su segundo impulso, y todo lo que ha culminado en este visible frenazo es una forma de acumulación de capital nunca antes visto en la historia del mundo. Lo que veremos a continuación, será la aparición de formas más novedosas, más agresivas y más complejas de globalización. Vayan dos ejemplos para los incrédulos y los súper optimistas anti globalización: La aparición de las súper computadoras ya es un hecho al alcance de las grandes empresas, nadie inteligente puede esperar que eso no tenga pronto un impacto en el manejo de los datos a nivel mundial; la escases de alimentos y de agua es ya una realidad tristemente palpable; se trata de un fenómeno antiguo en el mundo, pero cuyas causas son novedosas, se llama "Calentamiento Global" y la lógica aquí no es que tengamos abundancia en algunas zonas de gran acumulación y en contraste zonas deprivadas por decisiones políticas, se trata de zonas sin agua en los Estados Unidos, se trata de sequías endémicas en el norte de Argentina, se trata de ciudades en quiebra en Estados Unidos, mares que desaparecen en Rusia, se trata de un fenómeno globalmente repartido. Ese es un hecho que obligará a una segunda fase de globalización, más agresiva, más sofisticada, más militarizada, menos estatal y menos pública.

El fin de la globalización no es visible. Lo que puede verse es más bien, los signo evidentes de agotamiento de una primera fase del modelo de acumulación de capital global. Lo que debemos adivinar adelantándonos al futuro, son als características de  una segunda fase.

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