México es un país gigante, bi oceánico. Lo habitan 127 millones de personas, y sólo en México D.F. su capital, existen 8,89 millones de personas, el equivalente a la mitad de la población chilena. Su Producto Bruto equivale a 1.046 billones de US$; comparado con nuestros exiguos 247 billones, México sería un gigante al lado de un pequeño, 2,5 veces más pequeño. Sin embargo, las cifras agregadas pueden ocultar cosas que no vemos hasta que se nos presentan los números justamente desagregados. Mientras que el PIB per capita chileno equivale a US$ 13.792, el de México sólo alcanza a los US$ 8.201 perturbando por completo el dato inicial. Ahora, Chile parece dos veces más grande que México.
Pero de nuevo, las cifras pueden ocultar cosas que es necesario salir a buscar. Mientras que nosotros somos absolutamente dependientes del petróleo, México es un exportador neto. Mientras que casi el 50% de la población Mexicana vive bajo el umbral de la pobreza, en Chile la misma medición internacional (PNUD) identifica a un 15% de los chilenos viviendo en la misma condición. Menos de la mitad de los jóvenes entre 19 y 24 años terminan la Enseñanza Media, mientras que en Chile, más del 90% en el mismo tramo de edad está escolarizada.
Cinco lenguas troncales agrupan a 31 lenguas locales. El 17% de la población indígena es monolingüe, es decir sólo habla su lengua materna. La migración forzada por la ocupación del territorio por parte de grandes hacendados, la urbanización y hasta el desarrollo del narco, han hecho que todas esas poblaciones se encuentren hoy difuminadas por toda la federación mexicana. Desde luego, son el grupo con menor instrucción. Cerca del 21% de la población mexicana se declara en el último censo perteneciente a una población originaria y el 64% mestizo.
En Chile en cambio sólo hay ocho naciones originarias que no llegan a representar el 5% de la población total. La inmensa mayoría de ellos ha perdido su idioma original
Ni hablar de la historia de México. Habría que leer decenas de libros para entender sólo la inmensa complejidad del siglo XX. Ni hablar tampoco de sus intelectuales. La potencia intelectual de México es a nivel de la lengua española inabordable, al menos para mí.
Es imposible pensar en el barrio sin tratar al menos de hacerse a una diminuta imagen de México. Más aún en estos días en que el triunfo de López Obrador abre esperanzas e interrogantes. Estoy leyendo en la actualidad una revista que me parece muy interesante y sobre todo muy al nivel de un ignorante de México más allá de entender que muy probablemente no haya un solo México. Es recomendable: http://www.letraslibres.com
Y estoy leyendo a Jorge Volpi que hasta ahora me parece un intelectual serio que ha dado a un iletrado como yo un pequeño mapa que habré de ir completando en estos días. Por de pronto no he podido más que picar algún archivo o alguna columna. Estoy a la busqueda de dos libros en su versión PDF libre: La imaginación y el poder, una historia intelectual de 1968, del cual leí un par de reseñas que lo dejan como una lectura imprescinidble para entender algo y, La guerra y las palabras, ídem.
Desde luego no asprio a entender a México. Creo que hay que ser mexicano para entender a México. Me basta entender lo que pasa que intuitivamente me parece algo muy interesante por ahora.
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