jueves, 23 de octubre de 2008 | |

En el límite, no todo lo que pasa ocurre en la sala de clases

En 1966, Colleman, Campbell y otros pusieron por primera vez el dedo en la llaga al preguntarse cuál era el impacto de los colegios en el rendimiento académico. Su informe, llamado “Equality of Educational Opportunity” señaló que la responsabilidad era mínima., aduciendo que otros factores externos lo eran por mucho más importantes.

 

Más tarde, diversos autores posteriores, entregaron responsabilidades variables; algunos, los más optimistas, consideraron que un 40% de los resultados obtenidos y comparados por escuela, eran responsabilidad directa del establecimiento; otros, más pesimistas le entregaron al sistema escolar organizado sólo un 18% de responsabilidad en la varianza de resultados.

 

Para el caso nacional, considerando los resultados de la prueba de medición de calidad SIMCE, Pilar Romaguera, Alejandra Mizala y Patricio González, han establecido que un 28% de la diferencia de resultados es responsabilidad de la escuela (“el efecto escuela”), mientras que un 72% de variación se explica por diferencias al interior mismo de la propia escuela. Un segundo tipo de diferencias se ha encontrado luego, al analizar los estudios por “tipos de escuela” en los segmentos  socio-económicos, pero no existe suficiente bibliografía sobre aquello.

 

Si como dice la academia, los resultados intra escuela sufren mayores variaciones que los inter escuelas, entonces el camino por el que debiéramos recorrer se hace ligeramente más estrecho, porque las causas profundas de nuestros magros resultados no son de exclusividad escolar, es más, si pudiésemos dividir las responsabilidades, diríamos que un quinto de ellas le toca al “efecto escuela”

 

Avanzando desde lo macro, uno no puede sino coincidir con el informe que OCDE de 2003(Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, de la cual Chile es parte) según el cuál, las mayores diferencias entre países se encuentran fuertemente relacionadas con los niveles de distribución de la riqueza: mientras más fragmentada está la realidad social producto de la mala distribución de los recursos por todos y todas producidos, más diferenciado es el rendimiento escolar intra países.

 

Hacia lo profundo, inter limes, uno debiera sumar entonces que en tanto que no todo es responsabilidad de la escuela, la solución de los magros resultados y el fraccionamiento tan profundo en la muestra de ellos, ninguna disposición seria de cambio podría dar resultados sino se agregan elementos extra escolares.

 

Pero evidentemente ello no debiera paralizar la o las intervenciones que desde las políticas públicas debiesen realizarse para elevar los resultados dentro de las escuelas. También yo creo que vale la pena apostar por ese 28% de diferencia

 

Pero si aún así quisiéramos intervenir exclusivamente inter colegio, ¿cuáles serían entonces los factores a considerar?

 

Inter aula, creo que debiéramos considerar al menos los siguientes variables de intervención:                                   

*       Número de alumnos por sala: lazos, nexos, relaciones, observancia de la dinámica grupal, acceso a la diferencia, capacidad de contener la heterogeneidad de las necesidades, respuestas multidimensionales, son cosas que me vienen a la cabeza cuando me imagino trabajando con números más pequeños, especialmente entre los grupos de mayor riesgo

*       Clima afectivo – disciplinario: una cosa es responsabilidad de la otra, las referencias humanas en una escala afectiva permiten no sólo la contención de los mayores riesgos sino crean las mejores condiciones ambientales para el aprendizaje

*       Relación profesor(a) – alumno(a): la condición de una relación basada en la consistencia valórica y la construcción de los consensos comunicativos necesarios debieran constituirse en el cimiento de esa relación.

*       Materiales de Instrucción: La comparación es siempre deficitaria con nuestro sistema

*       Infraestructura: no creo que sea necesario ahondar en esto, pero voy a darme un lujo, ¿cuánto dinero ha invertido en los últimos años la Municipalidad de Santiago en sus colegios; cuánto dinero de la subvención incorporan los sostenedores en promedio a la manutención y ampliación de la infraestructura?

 

Inter escuela, creo que al menos debiéramos ser capaces de observar las siguientes variables:

*       Condiciones de infraestructura: desde los metros cuadrados disponibles por alumno hasta las condiciones de las salas

*       Tipo de Gestión: Los resultados son dispares conforme a la propiedad del medio así que, ¿dónde vamos a dejar caer la mayor inversión?

*       Cultura de la Gestión Directiva: ¿participativa, autoritaria, democrática?

*       Formación Docente

*       Permeabilidad a la comunidad y de la comunidad escolar

*       Conformación Curricular

 

Si algunos de estos factores se consideran, entonces usted se dará cuenta como yo, que el breve enunciado “lo que importa es lo que ocurre en la escuela y dentro del aula, no en el Ministerio de Educación…” con el que empieza el Manifiesto 2020 se hace ligeramente insostenible. Primero porque más de dos tercios de los factores que inciden en nuestros resultados están fuera del aula y de la escuela; Segundo porque lo que ocurra en el Ministerio sí es importante, del mismo modo que lo que ocurre en la población, en la familia y en el trabajo del papá o de la mamá; Tercero porque creer que el problema se resuelve dentro de la sala exclusivamente es borrar de un plumazo todo el material escrito y enseñado a los profesores sobre socio constructivismo (todo eso de que “el alumno no es una tabla rasa…”); Cuarto, si el problema estuviese encerrado en el aula o en la escuela, entonces de suyo el problema sería mucho más simple de lo que estamos viendo.

 

Y lo que estamos viendo, no es ni más ni menos que la reproducción de una sociedad fraccionada cuyo sistema de reproducción social, cultural y valórica organizada, lo reproduce. Por eso es que el problema no es sólo técnico, el problema es ante todo político.

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