“…le había dado por ver un mensaje en cada ejemplo de la historia tardía,
un mensaje y una advertencia, y eso resultó ser este retablo de muertos y devorados”
Una lista de instituciones, cien para ser más precisos, ocupan el centro de una plana mercurial que titula “Ranking Histórico 2004 – 2009” y que hace un paneo de los cien mejores colegios en los tiempos de la P.S.U. Amigablemente, Mercurio los ordena por área geográfica del país, consignándose para Santiago 30 de los cien mejores colegios.
La plana se cuida bien para no ser acusada de usar la información de la Universidad Federico Santa María con fines entomológicos y agrega una columna con opiniones que suavizan la presentación haciendo énfasis en la formación valórica y demases. Frases como “además de resultados académicos, debe buscar la formación humana y espiritual” de María José Zañartu, o “tenemos un programa de integración de niñas con necesidades educativas especiales” de Carolina Meyer, ayudan a suavizar las cosas, como invitándonos tímidamente a pensar que no todo es P.S.U
Para cerrar, la opinión docta, impoluta y angelical de JJBruner. Más de dos terceras partes de su columna nos recuerdan que la tendencia casi natural de las sociedades humanas de todo tiempo y lugar, es a oligarquizar la formación de sus elites. Sin pudor, inicia decretando el historicismo y necesidad de dividir por cotas y cotos tal formación. Para salvar, al final impúdico y desvergonzado, nos deja la pregunta acerca de si hay algo de qué preocuparse.
Él mismo nos responde contrabandeando a Popper en las once líneas finales de su columna. No, señala categórico, se espera que “sociedades abiertas [aspiren] a que las cotas y los cotos sean lo menos excluyentes posibles…, y se evite…. su sometimiento a lógicas endogámicas, de adscripción religiosa, discriminación étnica, cierre por barreras económicas…”
El esfuerzo entomológico se completa así con el sudor del teórico que intenta explicarnos la dinámica de la especie, más allá del estado inerte de sus miembros y sus categorías de puntuación y lugar donde se encuentran. Están allí, porque fueron hechos por el acontecer histórico con fines de formación de la elite criolla.
No hay más, representan un ranking de especies muertas al que rendimos pleitesía más allá incluso de las señoras Zañartu y Meyer. El resto, miramos hacia arriba queriendo emular el esfuerzo de esta especie, olvidando que si no eres de la elite nacional, difícilmente llegaras a ser parte del insectario
un mensaje y una advertencia, y eso resultó ser este retablo de muertos y devorados”
Una lista de instituciones, cien para ser más precisos, ocupan el centro de una plana mercurial que titula “Ranking Histórico 2004 – 2009” y que hace un paneo de los cien mejores colegios en los tiempos de la P.S.U. Amigablemente, Mercurio los ordena por área geográfica del país, consignándose para Santiago 30 de los cien mejores colegios.
La plana se cuida bien para no ser acusada de usar la información de la Universidad Federico Santa María con fines entomológicos y agrega una columna con opiniones que suavizan la presentación haciendo énfasis en la formación valórica y demases. Frases como “además de resultados académicos, debe buscar la formación humana y espiritual” de María José Zañartu, o “tenemos un programa de integración de niñas con necesidades educativas especiales” de Carolina Meyer, ayudan a suavizar las cosas, como invitándonos tímidamente a pensar que no todo es P.S.U
Para cerrar, la opinión docta, impoluta y angelical de JJBruner. Más de dos terceras partes de su columna nos recuerdan que la tendencia casi natural de las sociedades humanas de todo tiempo y lugar, es a oligarquizar la formación de sus elites. Sin pudor, inicia decretando el historicismo y necesidad de dividir por cotas y cotos tal formación. Para salvar, al final impúdico y desvergonzado, nos deja la pregunta acerca de si hay algo de qué preocuparse.
Él mismo nos responde contrabandeando a Popper en las once líneas finales de su columna. No, señala categórico, se espera que “sociedades abiertas [aspiren] a que las cotas y los cotos sean lo menos excluyentes posibles…, y se evite…. su sometimiento a lógicas endogámicas, de adscripción religiosa, discriminación étnica, cierre por barreras económicas…”
El esfuerzo entomológico se completa así con el sudor del teórico que intenta explicarnos la dinámica de la especie, más allá del estado inerte de sus miembros y sus categorías de puntuación y lugar donde se encuentran. Están allí, porque fueron hechos por el acontecer histórico con fines de formación de la elite criolla.
No hay más, representan un ranking de especies muertas al que rendimos pleitesía más allá incluso de las señoras Zañartu y Meyer. El resto, miramos hacia arriba queriendo emular el esfuerzo de esta especie, olvidando que si no eres de la elite nacional, difícilmente llegaras a ser parte del insectario
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