jueves, 17 de enero de 2013 | |

Estandarización de la Evaluación Externa


La palabra estándar proviene del vocablo inglés “standard”, que originalmente se refiere a bandera o estandarte.  La evolución de los emprendimientos intelectuales y empresariales de nivel mundial la cubrió de un sentido nuevo, cuya tarea sería igualar condiciones, definir puntos cardinales comunes, o lo que en el vocablo usual llamaríamos la universalización del lenguaje y los criterios para hablar un idioma común y realizar referencias comparables en el tiempo y más allá de las fronteras.

Su utilidad es tan universal, que la palabra puede verse aplicada casi con la misma raíz y sentido en las matemáticas, la física, la química y últimamente en la educación.

Un estándar, de modo universal, se entiende pues como una referencia formal destinada a hacer universal la comprensión, cuantificación y cualificación de un fenómeno. En un ejemplo mundano de su uso, aún recuerdo cuando la pediatra de mis dos hijos me enseñaba los “estándares” de crecimiento definidos mundialmente como “sanos y esperables” y me señalaba con su dedo el lugar que mis hijos ocupaban dentro de rango de crecimiento universalmente aceptado. Los dos podían ser asumidos por su padre y su madre como niños de crecimiento “normal”, puesto que se ubicaban dentro del estándar fijado con ese criterio.

Visto así, cualquier fenómeno que se desee medir en la cambiante, dinámica y veleidosa realidad social, requiere un estándar. Requiere un conjunto de coordenadas que universalmente aceptadas, le den sentido a lo que se mide, a cómo se mide y a lo que se entenderá como resultados del mismo acto. Y la educación, un acto social cuyo objeto es la reproducción de la cultura con un afán de progreso, lo requiere tanto como cualquier otro hecho social.

De este modo, todo acto de evaluación y calificación requiere ex  ante, un estándar.

Pero si el acto evaluativo es externo, internacional y masivo, el estándar es  aún más necesario puesto que ningún acto evaluativo con esas características, dados los costos involucrados, se haría sino con el sentido de contar con insumos de una cierta validez para tomar decisiones de políticas públicas, validez que entrega la construcción de estándares consensuados.

Existe una segunda condición que hace necesario a los estándares: la comparación entre distintas realidades. La realidad se hace comparable sólo a través del acuerdo de una referencia formal que permite universalizar la comprensión del fenómeno.  Preguntas como ¿en qué lugar nos encontramos comparados con otras realidades?; ¿Cómo son nuestros resultados comparados con otros?; ¿Avanzamos en la línea correcta en nuestras decisiones sobre los aprendizajes y competencias, comparados con países desarrollados?, entre otras, sólo son posibles de responder si compartimos referencias formales universales con otros y otras.

Los elementos más universales que parecen constituir los estándares de los instrumentos internacionales, al menos para TIMSS y PISA, pueden agruparse en mi opinión en dos grandes áreas:
  1. Aspectos Procedimentales, que corresponden a las referencias formales universales que dicen relación con los procedimientos de aplicación de los instrumentos. Entre ellos, están:
*      Estándares propios de la muestra, formalización de la cobertura del instrumento y participación.
*      Estándares procedimentales del instrumento mismo, que dice relación con la traducción y adaptaciones necesarias.
*      Estándares de aplicación, pruebas de papel y lápiz, cuestionarios de papel y lápiz, software de aplicación y soporte universal.
*      Estándares del proceso de aplicación material, tales como manuales universales utilizables en todos los países donde se aplicará el instrumento, supervisiones internas y externas, características mínimas de los establecimientos, intervalos de tiempo de la muestra, manuales de aplicación entre otras.
*      Estándares de aplicación en terreno, que corresponden al número de horas disponibles universalmente para su aplicación.

  1. Aspectos Procesuales, que corresponden a las referencias formales universales que dicen relación tanto con los elementos de contenido de los instrumentos de medición, como con los aspectos relativos al análisis y registro.
*      Número de preguntas
*      Corrección de preguntas abiertas
*      Análisis psicométricos
*      Documentación y registro de procesos
*      Estándares de resultados organizados por niveles de desempeño e intervalos de puntuación

Cada país comisiona  a sus mejores hombres y mujeres para la conformación de un comité que en colaboración con sus pares de los países involucrados en las evaluaciones, fija estándares, construye un marco teórico – conceptual, fija prioridades, indicadores y aúna objetivos de política educativa, garantizando además que los contextos culturales locales no representen una amenaza ni se encuentren disminuidos en los ítems de las pruebas.

Cuando esos aspectos son coordinados y consensuados en sus detalles tanto de aplicación como de proceso, entonces los países que comparten las evaluaciones internacionales están en condiciones de su aplicabilidad. Ello les permitirá compararse científicamente y recibir con confianza los resultados de las pruebas para convertirlos en nuevas políticas públicas y adecuaciones a los sistemas educacionales.

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