“That ain’t working
that’s the way you do it
Money for nothing
and chicks for free”
Dire Straits
a.
Introducción.
Es interesante
imaginarse el mundo como una red de información ubicua que hace ágil y ligera
una economía cuyo eje central de acumulación ya no es la producción física de
bienes sino el movimiento de la información. Es interesante porque conforme al
texto, ese cambio viene ocurriendo desde hace décadas y amenaza a los sistemas
educativos del mundo con la obsolescencia más grave.
Es este un mundo en
el que el rol de los Estados-nación se disipa en el mercado global
deslocalizado conforme se disuelve como unidad articuladora y promotora del
bienestar, y le ha otorgado crecientemente al mercado un rol proveedor y
garante de los servicios educativos, exigiéndole a la educación la
actualización permanente de las generaciones de recambio para asegurar su éxito
en una sociedad del conocimiento cada vez más líquida, más porosa y más
exigente de la adaptación al cambio, único dato seguro e invariante acerca del
futuro.
En ese escenario, la
desprofesionalización docente, presa de la crítica, la sobre estandarización y
la sobre regulación, ha debido hacer frente a una posición ideológica que
responsabiliza a la educación de la falta de igualación de oportunidades y
redención social.
b.
El mundo según Hargreaves
La arquitectura del
mundo ha cambiado y de eso no hay duda porque las pruebas de aquello saltan a
la vista. Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones han
globalizado una economía basada en el movimiento de información, cuyo locus
dejó el fordismo y el taylorismo como un antecedente paleolítico de
organización productiva.
¿Cómo se categoriza
y se entiende este mundo nuevo?
Hargreaves propone
el uso de una categoría interesante, “la sociedad del conocimiento”, para
caracterizar y entender el modelo global en construcción. En esa comprensión,
la innovación, el cambio, la información, el conocimiento, la velocidad de su
producción y acumulación, y el mercado global de competencia remplazan al
ordenado modelo industrial de producción física digitado desde el Estado –
nación. Tres dimensiones completan su sentido:
1.
La sociedad del
conocimiento comprende una esfera educativa, técnica y científica expandiéndose
al modo en que la describe Daniel Bell. En esta esfera, los recursos de
innovación derivan de la investigación y el desarrollo haciendo inevitable una especie de “inflación” del fenómeno educativo.
2.
La sociedad del
conocimiento posee una segunda esfera de desarrollo que comprende los modos
complejos de procesos y circulación del conocimiento y la información de una economía basada en los
servicios que en palabras de Peter Drucker, ya no concibe la mano de obra ni el
capital como el recurso básico de la sociedad sino el conocimiento.
3.
Una tercera y
última esfera de la sociedad del conocimiento es el conjunto de cambios en el
modo de funcionamiento de las empresas y organizaciones para promover la
innovación continua de productos y servicios mediante la creación de equipos y
culturas que explotan al máximo las oportunidades de aprendizaje mutuo y
espontáneo. Tal y como describe Robert Reich, la rentabilidad de las empresas
ya no descansaría en la producción en economías de escala y modos de
comercialización sino en el aprendizaje continuo que lleva a la innovación.
La nueva fuerza de
la acumulación del capital global basado en el conocimiento acelera
exponencialmente la exclusión de aquellas economías que no participan de esta
nueva “sociedad del conocimiento” y la información. La clave de su integración,
además, no sería la disposición o disponibilidad de la información, sino su
procesamiento a escala planetaria y deslocalizada.
El impacto sobre los
sistemas educativos es evidente, las sociedades esperan con cierta angustia,
que la educación prepare a las generaciones de recambio para un mundo futuro
cuya única certeza es que será diferente al presente. Preparar al trabajador del
futuro, pasa de acuerdo al texto, por situarlo en un contexto de cambio en el
que deberá desarrollar competencias, habilidades, más que conocimientos
estáticos, porque se esperará de él flexibilidad, adaptación y respuestas
creativas a los desafíos de una economía del conocimiento.
El problema, es que
nuestras escuelas no estarían preparadas para afrontar dicho desafío, porque su
organización y diseño fue hecho en y para un mundo anterior, en que el reto de
la súper abundancia de la información y la necesidad de mayores niveles de
creatividad (entendida como el flujo adecuado del tipo correcto de ideas según
Homer-Dixon en el texto) no eran necesarias. Hargreaves confirma una vez más
que la adaptación exitosa a los desafíos del capitalismo global del conocimiento
pasan por transformar a la escuela y a sus profesores en agentes de cambio
continuo incorporando las nuevas tecnologías. Operar con la lógica de saber
qué, saber por qué y saber cómo, en una atmósfera colaborativa de aprendizaje,
es sugerida como una clave importante.
La petición de
Hargreaves es clara, es necesario poner a tono a la escuela con la forma de
acumulación de riquezas del nuevo capitalismo global atendiendo a las
características y dimensiones de la sociedad del conocimiento.
a.
Anticipación
Nadie en su sano
juicio podría negar la existencia de un nuevo modelo de acumulación que en
palabras de más o en palabras de menos obedece a las características que
Hargreaves presenta tan inteligentemente. Habría que agregar que este nuevo
modo, no ha olvidado sus viejos vicios depredadores y desiguales del
desarrollo. Bastaría preguntarse si las maquiladoras de la frontera mexicana o
los niños que cosen pelotas para Nike en Malasia, o las floristas colombianas,
o los agricultores chilenos de Monsanto, llaman a esto “la economía del
conocimiento”. Probablemente no. Ellos y ellas son más bien sus víctimas.
Puesto así, y
reconocida la virtud descriptiva y propositiva de Hargreaves, cuyo mayor valor
–me parece humildemente- es la alerta que pone al rol anticipador que la
educación debiera ofrecer a esta generación de recambio que entra a la
“sociedad del conocimiento, ¿cómo
trabajo en mi micro – mundo escolar la “anticipación” como meta educativa? ¿qué
criterios de trabajo podría describir como “anticipatorios”?
Seis criterios
básicos de trabajo que se utilizan en mi escuela puedo identificar como
“anticipatorios”:
1° Las asignaturas
de Lenguaje e Historia deben proponer al menos una vez al semestre un trabajo
conjunto que fusiona las dos áreas en un modelo de resolución de problema.
Hemos construido la comprensión conjunta con los profesores del área, que la
realidad no está dividida entre Historia y Lenguaje y que el mundo hoy exige
más movilización eficiente de recursos para resolver problemas complejos que
repetición de conocimiento.
2° Trabajamos con
plataformas y software “open source” más que con plataformas o software
pagados. Las razones obedecen en primer lugar a los costos de utilizar medios
pagos cuya utilidad en el tiempo no siempre se justifica, y en segundo lugar
porque la filosofía de las plataformas libres de pago se adecua más al mundo
que imaginamos.
3° Al menos una vez
al semestre, todos los departamentos deben proporcionar una iniciativa TIC’s a
los diferentes grados de la Enseñanza Media y deben presentarlas en un Consejo
General de profesores. Un principio que debe emplearse en la implementación de
la incitativa es que la actividad didáctica no puede ser simplemente
reproductiva de información sino debe generar una habilidad superior, o bien en
la discriminación de la información, o bien en la resolución de un problema.
4° Las experiencias
didácticas en uso de TIC’s deben siempre involucrar plataformas y/o software
que se conectan colaborativa o complementariamente en su uso. Es decir que no
basta con escribir un Blog, es necesario que se inserten videos, o
presentaciones hechas en formato PREZI, o incluyan mapas mentales hechos en
plataformas de uso libre.
5° Cuando las
experiencias didácticas contemplan trabajos en grupos, ellas deben suponer un
estilo de trabajo colaborativo en la que la suma de las partes no sea
suficiente. Los alumnos y alumnas deben idealmente trabajar en colaboración
para resolver problemas para los que el trabajo individual sumado no es
suficiente.
6° Si existen
presentaciones de resultados, ellos se dan a grupos más grandes que el curso.
Es indudable que la
idea de una educación de anticipación se puede leer a lo largo del texto de
Hargreaves. Mi escuela es permanentemente interrogada al respecto y cuenta con
un cuerpo docente de gran calidad cuyas horas de contrato definen tiempos de
libre disposición que permiten el trabajo colaborativo y la conversación
permanente que son ambas gestoras de la creatividad. Trabajo entre profesores y
profesoras que no se ven amenazados por sus pares como alerta el autor. Trabajo
en un lugar privilegiado que puede preguntarse con interés y compartir
iniciativas gestadas desde los profesores mismos.
Hay una segunda idea
insistente en la lectura de Hargreaves que es la condición “pública” de esta
escuela de anticipación. El mismo autor repasa críticamente la acción
desalentadora y privatizadora de los gobiernos republicanos norteamericanos y
conservadores ingleses y nos muestra como el desmantelamiento de la educación
pública aumentó la brecha de la creatividad y las posibilidades de la
anticipación con éxito. Chile es un paradigma de aquello. Miro con asombro la
forma en que la educación pública ha sido desmantelada desde el Estado mismo
desde la época de la dictadura, y en paralelo la pauperización y
desprofesionalización de la docencia.
b.
Conclusiones
Mark Knopfler y Andy
Hargreaves tienen en común su nacionalidad inglesa. Knopfler se graduó en Leeds
de filología inglesa y en 1985 compuso junto al grupo DIre Straits la canción
“money for nothing”. En la canción, un hombre que hace el trabajo duro en una
tienda de electrodomésticos se lamenta de no haber aprendido a tocar guitarra
mientras ve en MTV tipos que tocan la guitarra y hacen “dinero por nada y
tienen chicas gratis”
De acuerdo con
cifras del Ministerio de Educación, el 48% de la matricula escolar chilena se
concentra en los colegios subvencionados privados en los que los contratos de
trabajo de tiempo completo suman 44 horas de las cuales un docente promedio
tiene frente a curso, 44 horas. Aumenta con una frecuencia desconocida, el
número de profesores que son contratados en Marzo y despedidos en Diciembre al
modo de un trabajador temporero agrícola. ¿Sociedad del conocimiento? ¿Escuelas
de anticipación? ¿Money for nothing?
Desde que las
pruebas estandarizadas comenzaron a evaluar los resultados de la educación
chilena, la educación privada subvencionada no ha dado muestras de mejoría ni
se ha alejado sustantivamente de la matricula municipal a pesar del “desnate”
que realiza en la matrícula, ¿Money for nothing? ¿chicks for free?
Hargreaves es claro,
es sintético, es profundo en alertar acerca de la exclusión económica que sufren
las economías que no anticipan en las generaciones de recambio las competencias
para un mundo en cambio cuya única certeza transmisible es que mañana será
distinto, más complejo. Mientras ello ocurre, nuestro sistema escolar sobre
explota al profesor, lo desprofesionaliza, lo ataca, lo mina en su autoestima y
lo forma de manera ineficiente en el submundo de las Universidades privadas.
Money for nothing, chicks for free.
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