Una vez que el terrible y faranduleado humo de Valparaíso haya pasado y el dolor del siniestro vuelva a su lugar natural -la invisibilidad- ya no habrá tiempo para recordarnos, que las malas noticias llegan volando. Porque entonces todo seguirá el curso natural de desbarrancamiento hacia el discurso presidencial del 21 de mayo, para facilitar el decir vano y encerrado, ensimismado le dijo un rabioso joven a la Presidenta en Valparaíso.
¿Las noticias? El informe PISA de la prueba 2013 ha arrojado a Chile como el mejor puntaje de Latinoamerica pero a 130 puntos de los primeros países de la OCDE, todas del área Asiática. En términos del ítem de "Resolución de Problemas", el fracaso nacional es tan evidente, que según algunos técnicos recogidos por diversos medios en latinamerica, estaríamos a treinta años de alcanzarlos.
Tres generaciones completas de niños y niñas deberán ir al sacrificio incluso si comenzaramos hoy un plan inteligente de cambio. Treinta años después de aplicado ese cambio, nosotros estaríamos como hoy están los países asiáticos de la OCDE. Ellos, bueno para esa fecha la escalada occidental ya los habría aniquilado o bien reducido a escombros como lo hizo con Hiroshima y Nagazaki.
En síntesis, veamos el vaso medio lleno diría la Presidenta, hay que apoyar los esfuerzos de Estados Unidos en el Mar de la India y en el Mar de Japón. Si no es por nuestras políticas públicas, lo será por el exterminio norteamericano.
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