De todas las fantasías apocalípticas -zombies, invasiones extraterrestres, choques de cometas y estallidos nucleares globales- el escenario bacteriológico producido por causas naturales es uno de los más temidos por las mentes más brillantes y racionalmente adaptadas en el mundo de hoy.
La idea es tan simple como plausible: hemos ocupado indiscriminadamente antibióticos en los últimos cincuenta años, los hemos ocupado de modo tan indiscriminado como masiva y globalmente hemos podido. De hecho, si esta fuera un vector para clasificar esta era de la humanidad, podríamos llamarla la era de los anti bacterianos.
Nuestra preocupación por uno de los factores de mayor mortalidad en el mundo entero, logró reducir la mortalidad infantil hasta en los países más pobres del mundo. El esfuerzo médico, las políticas públicas y el uso masivo de anti bacterianos terminó incluso por reducir enfermedades de transmisión sexual y erradicar enfermedades endémicas de principios del siglo XX.
Muchos de los científicos evolucionistas que trabajaron en tales campañas, alertaron sin embargo que el uso indiscriminado de los anti bacterianos, terminarían por producir mutaciones genéticas en las especies más comunes de las bacterias que acompañan al hombre; han señalado desde hace ya varias décadas que la masividad de la urbanización sobre el planeta se convierte en el hábitat preferido de esas bacterias y que los bolsones de pobreza dentro de las mega ciudades, son también bolsones de micro organismos que creímos derrotados. La bronconeumonia bacteriana es por ejemplo la sexta causa de muerte en los Estados Unidos; uno de cada seis norteamericanos muere en los hospitales por ingesta de alimentos en mal estado infectados por salmonela, alguna cepa de colli, o bien por algún estafilococo.
Si a los factores naturales de crecimiento de la población, aglutinación de la población en mega-urbes, problemas con las cadenas de alimentación y malos hábitos de aseo, le sumamos la globalización y el aumento de la movilidad de las personas inter continentes y, el aumento de productividad de ganado de todo tipo con sobre uso de anti bacterianos, tendremos lo que los científicos llaman la tormenta perfecta.
¿Asistimos a la incubación silenciosa de súper bacterias inmunes a los tratamientos anti bacterianos?
El diario El Pais de España trae hoy un artículo en esa línea. Una mujer de 49 años de edad infectada con Escherichia Colli se encontraría internada en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed en Bethesda, Maryland, Estados Unidos de América bajo estricto control pues la cepa de la bacteria sería inmune a algunos de los tratamientos más eficientes e invasivos de anti bacterianos. La cepa habría sido introducida por carne de cerdo chino.
Aunque algunos epidemiólogos consideran que aún hay tratamiento que no se han probado y no coinciden en que se trate de una cepa invencible, todos parecen coincidir en que se aproxima un peligro evidente.
¿estamos pues frente a un escenario posible de apocalipsis global que nos enfrente a super bacterias resistentes a todo el arsenal humano? ¿es la codicia de los productores de carne de todo tipo responsable de una parte de este escenario? ¿están las mega ciudades preparadas para el aterrizaje de las nuevas bacterias?
No hay respuestas taxativas. Por ahora, lo único sólidamente aceverable, es que Darwin tenía razón.
0 comentarios:
Publicar un comentario